Nada ni nadie puede decirme que no le amo...
Porque yo sé que ni el mismísimo Alex Turner conseguiría quitarmelo a él de la cabeza... Porque solo de pensar un mundo donde él no existiese me dan ganas de morirme. Yo tan solo deseo sus labios junto a los míos, suaves, dulces, delicados, salvajes y ilusionadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario